La galera era el barco preferido de los piratas berberiscos, impulsada por la fuerza de los remos en los combates y del viento durante las travesías. Era una nave de poca altura, ligera y muy larga. Tenía uno, dos o tres mástiles y, en origen, velas trapezoidales, siendo la del trinquete la más grande. Después se utilizaron velas latinas o triangulares y la más grande ocupó el mástil principal. Los bancos de remeros se disponían en la cubierta, de 20 a 26 bancadas y 7 remeros en cada una de ellas.

La galeota era una variante más pequeña y veloz, con uno o dos mástiles, y vela latina. Tenía de 16 a 20 remos en cada lado con 1 solo remero en cada uno.

La fusta era aún más estrecha, ligera y rápida, con poco calado. Tenía una bancada de remos a cada lado con de 12 a 18 remeros y un solo mástil para vela latina. Su capacidad de moverse en aguas poco profundas y acercarse a las zonas rocosas la convirtieron en la nave ideal para los asaltos de piratería desde la costa.

La Galeaza era una fortaleza flotante con remos que empleaban las potencias marítimas en batallas como la de Lepanto. Más pesada y robusta que la galera, con mayor número de mástiles y dotada de potentes cañones, su cubierta era corrida, por lo que los remeros iban a cubierto. Llegaban a 60 m de eslora, con dos inmensos castillos de proa y de popa, En estos castillos, así como en los espacios entre los bancos, iban las piezas de artillería, hasta 60 entre bombardas, cañones, culebrinas y pedreros. Causaban enormes destrozos en las galeras enemigas, aunque eran lentas y poco navegables.

 

El jabeque era una embarcación larga, de poco calado, velas triangulares y tres palos, con el trinquete inclinado hacia delante. Con el paso del tiempo eliminó los remos.